Día de mierda, planes, y conversaciones incómodas.

Son las 6 de la mañana. Desperté hace una hora porque mi perro se cagó en el piso de mi habitación... en mi defensa, mi hermano lo sacó ayer, así que este no tiene excusa, y aún así no lo regañé (aunque ganas no me faltaron). Dormí 5 horas así que tan cansada no estoy, al menos el día de mierda este no puede ser peor... espero.

Planes, sí. Planes... tengo muchos de esos..., viajar a España sería el primero, creo. Quiero ver a unos amigos y conocer ese país. Este año me voy a dedicar a estudiar y a trabajar para eso mismo. Entre los amigos que tengo allá hay uno con el que hablo mucho, lo quiero harto. Siempre en mi mente le llamo Nat, aunque ese no es su nombre. Realmente ese es el plan más ambicioso en el cuál he puesto manos a la obra (sólo superado por, no sé, empezar con el tema de las hormonas, aunque lo tengo dejado a medias), de verdad que quiero ir.

Conversaciones incómodas... ayer tuve una. Con una chiquilla, la que me provocó las ganas de empezar un blog. Sabía que quizás estaba siendo incómoda pero intenté sacarme cosas del pecho, al menos para que por un rato no me doliera tanto la timidez. Al menos fue simpática y me escuchó, y no trató de evadirme. También la quiero harto. La quiero caleta, de hecho, pero si no se lo hago saber a Nat, menos se lo voy a hacer saber a ella... es para mejor, en todo caso. Por lo menos a mi criterio, y no sé, no me gustaría que lo supiera, porque creo que lo sabe, porque más de alguna vez se me ha escapado cuando hablábamos así harto. Pero quizás si me hago la lesa, si no se lo digo más, se le olvide y pueda estar en paz conmigo misma, jaja.

Pero dejando eso de lado... ahora no tengo más que añadir, ya son las 7 (escribo lento y encima borro cosas de repente para escribirlas mejor), que le puse una radio a este blog y voy a ir colocando cancioncitas según pueda, recuerde o precise. Quizás esta tarde, noche, o mañana por la mañana me saque del pecho las opiniones que tengo respecto al país en el que vivo. O quizás no, quién sabe.

No voy a divagar más, no tengo ganas de leerme haciéndolo.